Según la numerología, el 2017 será un año 1: ideal para los nuevos comienzos, para ampliar nuestra zona de influencia y para crecer en todos los sentidos.
En el siguiente RITUAL nos vamos a deshacer de todo el lastre acumulado en este 2016, esa energía que se nos ha posado durante estos 365 días y que no ofrece beneficio alguno, más bien nos hace sentir pesados y cansados. También nos prepararemos para recibir el año 2017, con esas intenciones y propósitos que en este 2017, sí o sí, vamos a llevar a cabo, pero de una vez por todas. Un año con una influencia numerológica que nos va a facilitar ese crecimiento que buscamos, ese avance, esos nuevos comienzos y cambios.
QUÉ NECESITAMOS
- Una cinta roja.
- Papel y bolígrafo.
- Incienso.
- Un cuenco lleno de agua.
- Dos velas. Una amarilla y otra marrón o gris.
- Un cuarzo ahumado o piedra oscura y un citrino o cualquier piedra amarilla o clara.
- Una bengala.
Tomamos la cinta roja y la colocamos de forma vertical en cualquier superficie (mesa, suelo, como queráis).
En el lado izquierdo de esa cinta colocaremos un papel, con los números escritos «2016» arriba del todo. También pondremos la vela marrón o gris y el cuarzo ahumado o piedra más oscura, así como el incienso.
En el lado derecho de esa cinta colocaremos el papel con los números escritos de «2017», también colocado arriba, la vela amarilla y el cuarzo citrino o piedra más clara. También situaremos ese cuenco de agua.
Ya tenemos la división hecha. En el lado izquierdo se diferencia el 2016 (de dónde venimos y dejamos atrás) y en lado derecho (a dónde vamos) se visualiza el 2017, el año venidero.
Lo siguiente que vamos a realizar es de nuevo coger el papel y el bolígrafo y hacer lo siguiente:
- BALANCE de 2016.
Es importante que hagamos balance de este 2016. Recordemos aquellas cosas que nos gustaría haber mejorado pero se ha quedado en un propósito pasado más que en un hecho.
Recapitulemos todas aquellas acciones en las que no nos hemos sentido orgullosas y orgullosos. Debemos hacer autocrítica si queremos mejorar para el año venidero. Para ello podemos ayudarnos del cuarzo ahumado, para que nos ayude a hacer ese balance y nos haga tomar conciencia de todos los errores cometidos y las vivencias más negativas vividas, que pese a no gustarnos, nos pueden ayudar a crecer y evolucionar.
Una vez en la mente todos estos pensamientos que no nos han llenado de felicidad, al contrario, nos la han restado, tenemos que anotarlos en el papel.
- VISUALIZACIÓN E INTENCIONES DE 2017
Una vez anotadas todas aquellas cuestiones que queremos dejar atrás, nos prepararemos para visualizar lo que queremos conseguir en este 2017.
Nos ayudaremos del citrino o de cualquier gema cálida o clara. El amarillo es el color de la creatividad, de las ideas, de los comienzos, de la vitalidad, la positividad y la energía del sol.
Escribiremos en el papel nuestros proyectos, lo que queremos conseguir. Visualizaremos como una realidad tangible y palpable todas esas metas, lográndolas y disfrutándolas.
Colocaremos cada escrito, el de 2016 (año viejo, y lo que dejamos atrás) y el 2017 (año nuevo, lo que queremos conseguir para ese año) en cada lado. Observaremos los dos lados , cerraremos lo ojos y reflexionaremos acerca de lo que estamos haciendo en este ritual. Debemos entender que en cada RITUAL hay un proceso de autoconocimiento, aprendizaje y sanación que nos conecta con nuestro ser, con esa fuerza personal nacida de la serenidad, la confianza y la comprensión. Con los rituales estamos marcando una intención, estamos convocando una energía que va a estar a nuestro servicio, ya que la estamos pidiendo de corazón, y el Universo nos la prestará sin objeciones.
Una vez realizada la reflexión quemaremos los dos papeles, cada uno con su vela correspondiente. Empezaremos quemando el papel del balance del año viejo, del año ya que se queda atrás y con el todas aquellas cosas que nos pesan, quemamos el lastre que nos impide avanzar y andar ligeros.
A continuación, nos preparamos para quemar el papel del nuevo año en la vela amarilla. El fuego puede simbolizar la destrucción, pero también representa la calidez del espíritu, la elevación, de ahí que en este ritual utilicemos los dos significados de este elemento. Quemando el papel que contiene nuestros propósitos, elevamos nuestras intenciones, las mandamos a otro plano, es como si mandáramos un whatsapp, pero en el lenguaje energético.
Una vez quemado hundimos los dedos en el cuenco de agua y a modo de bautismo nos mojamos la frente, haciendo una figura de estrella en ella, de forma que en este 2017 brillemos como una, con luz propia.
Por último, encenderemos la bengala y cerramos el ritual con pensamientos de agradecimiento al UNIVERSO por escucharnos.
Me despido de vosotras y vosotros, nos vemos nuevamente en el 2017! Adoro el 17, seguro que conseguimos todo aquello que nos propongamos, me incluyo, porque voy a ser la primera que realice este ritual!
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