El cuarzo, mi gema favorita, llamada también cristal de roca o cuarzo hialino. Es el sanador y amplificador de energía más poderoso del planeta gracias a su forma cristalina helicoidal única. Presente en todo el mundo, el cuarzo absorbe, almacena, libera y regula la energía, y es excelente para desbloquearla.
Este cristal funciona a un nivel vibratorio que sintoniza con los requisitos energéticos específicos de la persona que necesita sanación o que emprende un trabajo espiritual. Lleva la energía al estado más perfecto posible, volviendo al punto anterior a cuando se contrajo la enfermedad. Limpia y potencia los órganos y los cuerpos sutiles, y actúa como un profundo limpiador del alma, conectando las dimensiones físicas con la mente. Al contener todos los colores posible, el cuarzo cristal de roca opera a todos los niveles del ser.
Otra característica a destacar del cuarzo es que almacena información como un ordenador natural, convirtiéndose en una biblioteca espiritual a la espera de que se acceda a ella. El cuarzo tiene la capacidad de recordar el propósito espiritual, potenciando las capacidades psíquicas y sintonizando con el propósito en cuestión. Favorece la concentración y activa la memoria. En función de las diferentes formas de punta de esta gema se puede utilizar de una u otra manera, siendo éstas muy significativas.
USOS PARA SANAR CON EL CUARZO
El cuarzo es un maestro sanador, y puede usarse para cualquier dolencia. Estimula el sistema inmunitario y equilibra el cuerpo. Sitúalo allí donde sea más apropiado. Una meditación con cuarzo ayudará a una mayor concentración y concienciación.
En gemoterapia, el cuarzo combinado con otros cristales amplifica la energía de los mismos, por ejemplo usado con cuarzo rosa (por ejemplo), la energía que ofrece el cuarzo rosa será amplificada, así como su frecuencia y vibración.
Sostener entre las manos un cuarzo, potenciará cualquier propósito que queramos llevar a cabo, desbloqueando las energías que nos paralizan.
EL CUARZO INSPIRA
PIEZAS ESMAGIC CON CUARZO
FUENTE:
- La biblia de los cristales (Judy Hall).
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